El 20 de diciembre de 2006, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la resolución por la que se declaraba 2011 Año Internacional de los Bosques.
Los bosques y su ordenación sostenible pueden contribuir significativamente al desarrollo sostenible, la erradicación de la pobreza y el logro de los objetivos de desarrollo convenidos internacionalmente, incluidos los objetivos de desarrollo del Milenio.

Os recomendamos un libro: “El hombre que plantaba árboles”, del escritor francés Jean Giono (1953), bello y sencillo relato que narra la historia de un pastor que, con su sola voluntad y esfuerzo, convierte una tierra desierta, abandonada, infértil, en un maravilloso vergel. El objetivo del autor con esta historia es el de hacer amar a los árboles, o con mayor precisión: hacer amar plantar árboles. De él también se puede sacar una moraleja: la capacidad humana para alcanzar cualquier objetivo que se plantee, pero también nos muestra cualidades humanas como la bondad y la generosidad, y sobre todo las relaciones del hombre con la naturaleza.
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